ÉRASE UNA VEZ UN HUERTO...

Érase una vez un trocito de tierra que soñó con ser un huerto.

                            

Aquel trocito de tierra estuvo dormido durante mucho tiempo en uno de los parterres del colegio. Pasaban las semanas y los meses y el trocito de tierra solo tenía malas hierbas, piedras y mucha soledad.

Muchas fueron las veces en las que una  jardinera ILUSIONADA Y SOÑADORA quiso darle vida  , pero por una cosa o por otra no lograba conseguir su objetivo. Cuando en una ocasión estuvo a punto de poner en práctica la idea de convertir el trocito de tierra en un pequeño HUERTO, llegó una pandemia que obligó a cerrar el colegio varios meses y su sueño otra vez fue arrastrado por el viento.

Pero el tiempo pasó y las cosas cambiaron. El colegio volvió a abrir sus puertas y la jardinera seguía ahí con su  idea y su ilusión intactas. Así que llegó el momento en el que con la ayuda de los niños empezaron a dar forma a ese proyecto…

Primero prepararon la tierra alimentándola y mezclándola con ABONO Y SUSTRATOS ayudándose con pequeñas palas y rastrillos que los niños trajeron de casa. Después la regaron con agua y la dejaron reposar unos días.

                          

Cuando la tierra ya estuvo preparada, la jardinera hizo unos SURCOS para sembrar en ellos SEMILLAS de zanahoria, rabanitos, perejil y algunas flores que nacerían en Mayo. Así los niños podrían ver todo el proceso de cómo crecía una planta.

Varios fueron los días en los que REGARON Y CUIDARON el huerto, viendo con satisfacción cómo salían poco a poco las hojitas y los tallos que ya asomaban de la tierra.

                                                                            

También plantaron con raíces ya  crecidas  plantones de cebollas y pimientos y colocaron tres molinillos de colores que giraban alegres con el viento para evitar que los pajaritos picaran lo sembrado.                                                     

Y así fue como por fin, el pequeño trozo de tierra se convirtió en  HUERTECITO y fue creciendo gracias al SOL, el AGUA , la TIERRA y el CARIÑO de esos niños y de la jardinera.

           

Y nunca olvidéis que entre SEMBRAR y RECOLECTAR siempre hay que REGAR y ESPERAR , como en la vida misma….

 

 Alicia González Molina Tutora Infantil 3 años B