El reto de Mindfulness de esta semana es
la Botella de la Calma, que nos sirve como su nombre indica para calmarse y
centrar la atención en el momento presente. Les ayuda a gestionar sus
emociones y canalizar su energía.
La botella la podemos rellenar con copos
de purpurina o estrellitas que al agitarlos se mueven muy rápido (como nuestros
pensamientos y emociones cuando estamos nerviosos, enfadados o asustados), y
que al dejar la botella quieta, los copos empiezan a moverse cada vez más
despacio hasta quedarse quietos en el fondo. Por tanto, es importante
explicarles que al igual que la botella se agita y se calma, a las personas nos
pasa igual. Ante esas situaciones, el autocontrol nos ayuda a calmarnos, a
hacer más lenta nuestra respiración y el latido de nuestro corazón. Al
igual que los copos de la botella cuando la dejamos quieta se calma, con las
emociones y pensamientos pasa igual.
Agitamos la botella, la apoyamos en el
suelo, y observamos muy atentamente como la purpurina o las estrellitas van
cayendo despacio y seguiremos mirando hasta que lleguen al fondo. En ese
momento estaremos muy calmados porque hemos parado.
Les explicamos que en pueden usar la
botella cada vez que estén nerviosos, enfadados o molestos. Que sólo tienen que
agitarla y observarla unos segundos hasta calmarse.
COMO CREAR LA BOTELLA DE LA CALMA:
MATERIALES
- Una botella de plástico reciclada o
un frasco de cristal.
- Purpurina o estrellitas.
- Pegamento transparente o
aceite para niños.
- Colorante alimentario (opcional).
- Agua tibia
Se llena la botella o el frasco de vidrio
con agua tibia, echamos la purpurina o estrellitas. Si se quiere le añadimos
unas gotas de colorante para teñir un poco el agua. Se le añade una cucharada
de pegamento transparente. Esto junto al agua caliente ayuda a que los copos
caigan con un poco más de facilidad al fondo.
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